jueves, 29 de agosto de 2013

Wulfric, Hijo de Finn

Wülfrig nació en Frisia, hijo de uno de sus nobles mas famosos, Finn, de ahí que se apellide “Finnson”. A pesar de que su padre quería que fuese un guerrero, Wülfrig se interesó más por el arte. Los relatos junto al fuego y el sonido de la lira siempre le parecieron mucho mas placenteros que el derramar sangre enemiga y el entrechocar de los aceros.  Así que decidió estudiar y al final, su padre le dejó viendo los grandes resultados que su hijo obtenía. Pero a pesar de todo Finn le impuso como condición a Wülfrig: que si tenía verdadero interés por el arte y el conocimiento, antes tendría que aprender a luchar y su hijoaccedió sin pensarlo dos veces. Así se convirtió en un guerrero versátil, sigiloso y paciente. Años después, manifestó a su padre el deseo de convertirse en un escaldo y su padre se lo concedió con orgullo, viendo como su hijo se estaba convirtiendo en un guerrero notable y en una persona culta, alguien capaz de ser un más que digno sucesor del trono.

Un día, Finn recibió en su salón a un poderoso mago, un maestro en el arte de las runas que estaba de paso y pidió la hospitalidad del earl del clan. Wülfrig aprovecho para hablar con el, ya que tenía curiosidad por saber más sobre este arte arcano, proveniente del mismísimo Woden. El mago, llamado Einar el Buho, se burló del muchacho, y le dijo que si le conseguía embaucar con una canción, él le enseñaría todo lo que fuese capaz de aprender. Wülfrig cantó una canción tan hermoso que
el magó quedó impresionado y no tuvo más remedio que aceptar al escaldo como alumno. Después de aquello, Wülfrig se fue de viaje con el mago para aprenderlo todo sobre las runas, pues resultó que el mago era uno de los mejores expertos que uno podía encontrar.

Con Einar, Wulfrig viajo durante varios años de viajes por todo el norte. Paso meses en los ventisqueros de las montañas de Noruega, asimilando los secretos de las runas. Cruzo el Rin y vio las ciudades y calzadas de los romanos. Viajando con su maestro, estuvo en el gran templo de Uppsala, en las salas de los daneses, las fortalezas de los francos y los palacios de los burgundios. Incluso una vez estuvo en el campamento del mismismo Etzel (Atila).

Wülfrig volvió a Frisia, tras oir noticias inquietantes. Sus peores temores se confirmaron, al encontrar a su padre muerto y su hogar quemado hasta los cimientos. Todo por mano de Hengist el juto.Wülfrig juró que de algún modo Hengist iba a pagar por lo que hizo. Poco después oyó que Hengist había entrado al servicio del Alto Rey de Britania y que se había instalado en la gran isla.

Así que cuando Wülfrig, se entero de que la princesa Jorun, que se oponia a Hengist, habia llegado a Frisia buscando guerreros para luchar en Britania, no dudo en unirse a ella con un doble propósito. Lograr su sueño de que su nombre pasase a la historia, y vengarse del hombre que asesinó a su padre.

Wülfrig, además de poeta, fue entrenado desde niño como un guerrero, por lo que tiene una constitución fuerte y una complexión robusta, aunque su especialidad es el arco. Su aspecto no es el típico que suelen tener los hombres del norte, tiene ojos castaños y pelo corto de color azabache. Es considerado un hombre atractivo y con una voz extremadamente dulce y cautivadora que enloquece a las mujeres y enternece el corazón de los hombres. A pesar de que domina el arco, Wülfrig ha estado en la mayoría de batallas como espectador, así que sólo tiene alguna cicatriz en el torso, brazos y piernas sin demasiada importancia y no muy visibles.

Es un hombre muy viajado y culto. No le gusta mucho la violencia, aunque no duda en luchar si esto es necesario. No tiene un corazón noble, pero desde luego, tampoco podemos decir que sea malvado, intenta mantenerse al margen de los problemas de los demás y ayudar sólo con sus relatos, poemas y canciones, de hecho, le gustaría pasar a la posteridad por sus habilidades como escaldo. Por esto, actualmente, busca a alguien poderoso, capaz de grandes hazañas, para poder narrarlas y ser conocido como aquel que las transcribió. Wülfrig es persona serena, que no pierde los nervios fácilmente y no suele alterarse, capaz de mantener la calma en los momentos más difíciles. Y es que para un buen escaldo, es muy importante mantenerse frío y así contemplar mejor todo lo que ocurre a su alrededor.




lunes, 26 de agosto de 2013

¡Ah.. la familia!

Tras su victoria sobre la nave frisia, los sajones tiene que decidir que hacer con los frisios capturados: matarlos, ¿cobrar un rescate?, ¿convertirlos en esclavos?. Los Matatrolls deciden llevarlos a Blüdhaven, el asentamiento del earl Hrolf.

El señor de los cautivos, el earl Egil, responde con un poema que habla de héroes que partieron y no volvieron, una manera muy fina de decir que no piensa pagar rescate alguno. Jorun lee el poema a los prisioneros y luego les ofrece acompañarla a la Isla del Norte, donde hay tierras y podrán unirse a su clan como hombres libres. La generosidad de la oferta, unida a la amargura de saberse abandonados, les lleva a aceptar a acertar su oferta.

Así, el barco frisio, pilotado por Oswulf, que ha desarrollado cierta afinidad por la mar, se une a la pequeña flota de Jorun, compuesta por Las Lagrimas de Freya, dos barcos de carga, el barco largo capturado, y otros dos barcos largos, llenos de guerreros del earl Hrolf.

Wulfric Finnson, más conocido como Wulfric el joven.
Entre estos frisios, que pasan a ser sajones al unirse a Jorun y los beornlingas, se encuentra un joven escaldo (skald en nórdico, scop en sajón), Wulfric de nombre. Jorun lleva un tiempo en busca de un escaldo para glosar las hazañas de los materiales, desde que el anterior se quedo en Londinium, seducido por ese extraño ceremonial de los romanos: el teatro.

Pero volvamos con Wulfric, Wulfric el joven, a partir de ahora, para con confundirlo con Wulfric el Lacustre. Mejor asi, por que su verdadero apellido es Finnson, Hijo de Finn. Y todos saben que Finn de Frisia fue asesinado por Hengist.

Ah, la familia. Una de las armas más terribles en el arsenal del master. Mas mortífero que un dragón rojo, los recaudadores de impuestos, o el mismísimo Estado con E mayúscula, solo superada en potencial destructivo por otro PJ. Esta sesión estuvo dedicada a bucear en el ambiente familiar de los Matatrolls. Bueno, casi todos...
No suelo poner fotos, pero esta lo merecia.

Los Matatrolls han vuelto al hogar, entre sus seres queridos. Es cierto que Jorun se inquieta al saber que Hengest ha marchando a jutlandia en busca de inmigrantes. En su caso su problema familiar es su primo Eomer, que no ha vuelto a ser el mismo desde su herida en la Torre Blanca. La herida no ha acabado de cerrarse del todo y se ha vuelto melancólico y solitario. Jorun habla seriamente con el y lo convence de que salga de su autocompasión y entrene a las tropas bisoñas, ya que sin su guía, los masacraran cuando tengan que combatir.

  Por su parte Oswulf, el berserk, recibe un rapapolvo por parte de su madre: que si es un inútil que acara como su padre, muriendo sin nada, que si no se molesta en cultivar las tierras que le han dado, que cuando piensa casarse...

Para Marik la cosa empieza mejor, ayudando con el resto de la familia a construir el granero de su
¿Que mi hermana es que?
cuñado. En la fiesta posterior , juega con sus sobrinos e intercambia chismes sobre si Jorun es o no la amante de la Dama del Lago, todo en un ambiente alegre y hogareño, hasta que de repente Rowen abre la puerta de una patada y aparece hacha en mano amenazando a Hama, el hermano pequeño de Marik. Resulta que Gytha, la hermana de quince años de Rowenn, esta embarazada y Hama es el padre. En un principio Hama, que solo tiene dieciséis años dice que es mentira, y que Gytha es "una guarra" y cualquiera puede ser el padre, sus dos hermanos mayores, Marik y Aelfwine le muelen a collejas y acallan sus protestas y al final se decide que habrá boda entre los dos adolescentes, aunque la tradición ofrecía otras formas de arreglar el asunto.

Volviendo a lo concerniente a la alta política, Hengist vuelve de Jutlandia, con gran cantidad de guerreros jutos, marcho con 10 barcos y vuelve con mas de treinta. Quizás haya entre ellos quien conozca a Vigfus y Hvit, piensa Jorun, así que avisa a ambos para que no se dejen ver en los próximos días.

La piel del oso,  repartida antes de cazarlo.
Nada mas pisar el muelle, Hengist convoca a todos sus thanes a una reunión en su gran salón en dos días. En la reunión, Hengist muestra con un ademan teatral un mapa de las tierras de los cantacii, o Kent, como empezaran a llamarse ahora. Vortigern ha dado al rey sajón las tierras de esta tribu desafecta como regalo de bodas por la mano de su hija Rowen. Y empiezan a discutir como repartir las nuevas tierras, una vez haya vencido a los britanos, lo cual, sin duda, sera facil, todo el mundo sabe que son malos guerreros y unos cobardes.
En lo que respecta a los beornlingas, Jorun debe emplearse a fondo. Hengist quiere asignarles la isla de Sheppy, en el estuario del Tamesis, pero usando su labia, la hija de Hlothere consigue para los descendientes de Beorn las tierras en torno al fuerte romano de Portus Lemanis, que pronto pasara a ser llamado Lymme.
Marik intenta utilizar su amistad con Horsa para que los beornlingas puedan conservar sus tierras en Thanet tras el reparto de Kent, y esté promete hablar con su hermano. Cuando vuelve de hacerlo dice lacónico que no ha conseguido nada, pero no hace falta ser vidente para ver que se siente furioso y humillado. La conversación entre los dos gemelos no ha sido pacifica.

jueves, 15 de agosto de 2013

Matar lo que ya esta muerto.

Dejamos a nuestro grupo de sajones adentrándose en el ojo del huracán. Iluminados por la titubeante luz de las antorchas, la formación sajona se adentra en medio de un terreno lleno de tiendas derribadas, barriles aplastados, con el griterío de la turba en pánico a la derecha y los gritos del combate a su derecha. Un combate extraño donde casi no se oye otra cosa que el ruido de las armas unas contra otras.
Sin duda toda esta presión es la causa de que la hasta ahora impecable marcha de los guerreros se empiece a resentir, hasta que finalmente, entre la oscuridad un grupo de los cadáveres andantes se dirige contra ellos. No es posible la huida, así que se forman el muro de escudos y se aprestan a recibir el embate de este ejercito surgido de las tinieblas. El enemigo muestra un aspecto lamentable, verdosos y putrefactos, con lugares donde les asoma el hueso y gusanos entrando y saliendo de sus cuerpos. El hedor de la muerte les precede y las rodillas de algunos tiemblan, pero mantienen la formación. Los muertos se lanzan contra ellos y muestran una gran obstinación para seguir moviéndose contra las leyes de la naturaleza, pero la disciplina se mantiene y consiguen despedazar al líder del grupo de no muertos. Costa horrores, porque Rowenn casi lo parte por la mitad de un mandoble y aun así sigue moviéndose, pero finalmente ni el puede aguantar tantos golpes y sucumbe junto a sus seguidores.

Tras despejar este obstáculo, los beornlingas se encuentran con otro, la masa en pánico que hay entre ellos y sus barcos. Precisamente junto a los barcos Wulfric y Oswulf han tenido que emplearse a fondo para mantener a la gente alejada de estos, y finalmente los han botado, aunque ellos siguen el a orilla defendiéndolos.

     Jorun ordena a los beornlingas que adopten la formación del puerco, una formación en cuña, con el líder en el vértice, y avanza hacia los barcos empujando a los lados a la turba. Al llegar junto a los barcos embarcan sin permitir en un primer momento que nadie mas suba a las naves, pero después de dejar a la mayoría de los suyos en la otra ribera, tratan de cruzar a todos los refugiados posibles.

     Precisamente mientras están llevando a cabo este transbordo, los Matatrolls contemplan una escena asombrosa. En lo alto de la muralla sur los romanos han encendido unos fanales, y junto a ellos se han dispuesto un grupo de clérigos con el obispo de la ciudad al frente, esgrimen estandartes con santos guerreros bordados en ellos y sostienen en lo alto reliquias. Súbitamente su dios parece atender a sus plegarias, una luz blanca y cegadora ilumina la escena y ante ella, los muertos se convierten en polvo o huyen. ¿Es este el cumplimiento de la visión que tuvo Hvit sobre la destrucción de Hel?.

    Entre la gente que han salvado los Matatrolls buscan y encuentran un herrero y un albañil, que les van a venir de perlas de vuelta a Britania, y sin mas enfilan Rin arriba. Durante el viaje, El único suceso reseñable es cuando pasan la noche frente a un antiguo santuario de Wotan donde la daga de hueso de dragón de Hvit tiembla en su vaina. Tras discutir sobre este hecho, deciden dejar su investigación para mas adelante y terminar el viaje hacia Frisia y las tierras del earl Hrolf.

   Pero el viaje no terminara sin incidentes, cuando están en la desembocadura del Rin, un langskip

frisón trata de abordarlos. El Lagrimas de Freya debe maniobrar para proteger a las dos naves de carga, llenas de armas y armaduras. Durante varias horas las naves maniobran una contra la otra, tratando de cizallarse los remos la una a la otra, lanzando esquifes de abordaje, y explotando las debilidades de los demás y los puntos fuertes propios para seguir combatiendo. Varias veces alguno de los Matatrolls debe de intervenir personalmente y sufrir heridas para evitar algún desperfecto en el barco, Oswulf parte a hachazos uno de los remos enemigos para evitar que destruya los del Lagrimas, y Rowenn y Marik se llevan unos cuantos golpes para repelar los asaltos de los frisios.
Hvit utiliza sus poderes y prende la vela enemiga, gracias a la brea que la empapa, aportando también para que finalmente los Matatrolls emerjan victoriosos y con su barco relativamente intacta. También se han conseguido apoderar del buque enemigo, aunque este esta muy dañado, y han capturado a medio centenar de frisios, con los que tendrán que decidir que hacer.

lunes, 12 de agosto de 2013

Atasco en la autopista del Infierno

No, no se trata de un tema de heavy metal, sino de la entrada de esta semana de las aventuras de los Matatrolls.

Habíamos dejado a nuestros amigos en la ciudad de Colonia, justo tras haber completado, con bastante provecho, una serie de transacciones comerciales. Llega el momento de prepararse para pasar la noche y la verdad es que no hay muchas alternativas. Las puertas de la ciudad están ferreamente guardadas y solo se permite pasar a contadas personas. Jorun podría tratar de usar sus habilidades sociales para conseguir que la dejaran pernoctar en la ciudad, pero esta claro que como mucho la dejarían pasar a ella y a los Matatrolls y no esta dispuesta a separarse del resto de sus hombres.

Así que no les queda más remedio que acampar junto a los miles de mercenarios, mercaderes, proxenetas, prostitutas y toda clase de vividores y oportunistas que han llegado hasta la ciudad del Rin para aprovecharse del botín cobrado al ejercito de Atila y han levantado esta segunda urbe de palos de madera y lona embreada.

Los Matatrolls deciden dividirse. Oswulf, Marik y Wulfraic deberan permanecer junto al rió y los barcos, con otros 18 hombres. Todos los demás acampan en el limite exterior del campamento, donde levantan su propio grupo de tiendas, organizado en forma de cuadrado y con una gran hoguera en el centro, tras lo cual se retiran a dormir.

Sin embargo, Marik no esta contento con este arreglo y su amor por Jorun, unido a su deseo de protegerla, le llevan a abandonar su vigilancia de las cóncavas naves y cruzar el abigarrado campamento en medio de la noche, arrostrando peligros, y dispuesto a pasar la noche custodiando desde fuera el campamento beornlinga y el objeto de sus anhelos, abrigado solo por su capa y su devoción.

En las tiendas, duermen tranquilos y satisfechos, pensando que ya sus problemas y tribulaciones han acabado y solo tienen por delante el retorno al hogar, tras haber conseguido cuanto se proponían. Pero vivimos tiempos convulsos y nada parece funcionar como es debido, hasta Hel, la diosa de la Muerte no es capaz de cumplir con su cometido. Atila ha matado a tantos en su invasión de la Galia, y en la Batalla de Chalons han caido tantos guerreros, que el camino desde Midgard a Niffhelheim esta abarrotado y hay una gran retención en el puente de Gjallerbru.

   Por si fuera poco, los guerreros muertos continúan luchando entre ellos, sin dar por acabada la contienda. Así, que por la noche, todos estos muertos quedan sueltos por el mundo buscando a sus enemigos, y justo esta noche un nutrido grupo de ellos, que en vida fueron hunos, godos, herulos o alanos, pero ahora forman una hermandad de odio y rencor, se aprestan a atacar el campamento de los que los mataron y saquearon sus cuerpos.

Los primeros en ver lo que se avecina son Hvit la vidente y Marik el houscarl. Hvit tiene un sueño de
la diosa Hel caminando por la tierra al frente de una hueste de muertos y Marik ve en el extremo norte del campamento lo que parece ser una hoguera especialmente grande. Inquieta por todo esto, Hvit decide utilizar sus poderes de videncia para ver que ocurre en aquella esquina del campamento, y ve una escena dantesca, hombres y mujeres huyendo, tiendas en llamas, y por ultimo, un espantoso rostro de ultratumba, un guerrero con la carne verdosa y putrefacta, con una flecha clavada en un ojo y del otro saliendole un gusano hinchado que se retuerce sin parar. La impresión es tan fuerte que se le cae el espejo que usa como vehículo de su visión, rompiéndose en mil pedazos, pero la visión esta clara: esta noche, los muertos caminan.

Mas los beornlingas, y su líder Jorun, no son gentes asustadizas. Rápidamente se dan las ordenes necesarias, y en menos de media hora empaquetan las tiendas y sus pertenencias y están listos para partir de vuelta a sus barcos.

Ni un minuto tarde, ya que en donde están las barcos las cosas se están poniendo interesantes. De repente, el campamento entero parece haber enloquecido, autenticas oleadas de humanidad se abaten contra la ribera del Rin y Oswulf tiene que formar una linea de escudos frente a las proas de las naves para evitar que la turba las aborde y zarpe en ellas. Al fondo ve como las llamas se extienden cada vez más, amenazando con devorar el campamento. Y la gente no para de hablar de muertos que caminan, de Hel , de Pluton y de Satan. ¿Es que no podía haberle tocado la guardia a otro?.

Entretanto la hueste de Jorun avanza camino al rió, siguiendo el limite del campamento. Desde esta posición ve como el fuego y la locura se va apoderando del mismo. Pero llega un punto, en el que se produce un momento de calma, aterradora por lo inesperado de la misma. Una gran franja del campamento, desde donde se encuentran hasta la muralla sur de la ciudad ha quedado relativamente despejada, ya que todos los que la ocupaban han huido hacia las puertas o hacia el rio. Hay que tomar una importante decisión, una decisión que puede condenar o salvar muchas vidas:seguir hasta el Rin, y luego abrirse paso por la fuerza entre las turbar a lo largo de la ribera hasta alcanzar los barcos, o aprovechar esta zona despejada, entre el horror y los que escapan de él para llegar hasta la altura de las naves sin el impedimento de luchar contra una marea de humanidad. Jorun opto por esta segunda opción. En la siguiente entrada descubriréis como le fue a ella y a los Matatrols.