jueves, 25 de febrero de 2016

Seres Extraños: Medianos y Morros Verdes (Yrth III y IV)

Una semana despues, los PJ continúan explorando los alrededores de. A un día de marcha encuentran un vado sobre el rió, al que empiezan a llamar Nuevo Ebro. Junto al vado encuentran restos de una fogata y un minúsculo trozo de papel. Investigaciones más pormenorizadas de los rastros revelan que la fogata la encendieron tres individuos, bien armados y que mataron una ardilla , al parecer solo por el placer de hacerlo. Con estas noticias vuelven al torreón, Allí Ruy examina con calma el fragmento de papel y constata dos cosas: que se trata de vitela, un pergamino hecho con piel de cordero, y que tiene un carácter latino inscrito.

Cuando llevan estas noticias al merino este les ordena volver al vado y tratar de averiguar quien encendió la fogata. Los PJ siguen el rastro durante varios días. Isaias tiene un mal encuentro con una víbora, pero finalmente el rastro acaba llevándoles hasta tres criaturas. Tres seres humanoides, vestidos de cuero y acero, con pieles de un color verde grisáceo, ojos rojos sin pupila, hocicos porcinos y enormes caninos. Ellos los llaman Morros Verdes, pero seguro que a vosotros se os ocurre otro nombre pare ellos.

Ni cortos, ni perezosos los PJ atacan a estas criaturas, matando a dos y capturando viva a la tercera. Descubren para su horror que tienen con ellos nada más y nada menos que un ejemplar del Evangelio según San Lucas, del que van arrancando paginas para usarlas como yesca para encender sus fogatas. Al libro solo le faltan unas pocas paginas, pero esta claro que no es el primero que usan para este menester. Y sobre todo,  ¿de donde ha salido un libro en latín, encuadernado al estilo de Silos?.

Aunque se lo llevan hasta Robleda, el prisionero no parece servir de gran cosa. Parece estúpido, violento y sucio. Para la mayoría de los castellanos esta claro que es un demonio, "un infante de Satanás" lo llama el Padre Federico. Durante las dos siguientes semanas sus homilías suben de tono y advierte a su rebaño de mantenerse en guardia contra el Maligno y sus tretas.

Al final de este periodo, un gran tumulto se produce en la ribera del rió, donde se ha talado el bosque para lograr el doble objetivo de tener madera y despejar un camino hasta el agua. Allí las mujeres del pueblo lavan la ropa y son ellas las que han empezado a gritar y pedir ayuda.

Lo que encuentran allí es un cuerpo que la corriente arrastra rió abajo. Por el tamaño debe ser un niño, y todas las madres del pueblo llaman a sus hijos preocupadas por su bienestar. Los PJ forman una cadena humana para recuperar el cuerpo de las aguas. Consiguen alcanzarlo y llevarlo hasta la orilla. Allí Jimena constata que se trata de un cadáver, y pese a las primeras apariencias, no se trata de un niño o un enano (enano como Tyrion Lanister, no como Gimli). Esta proporcionado como un adulto, tiene orejas acabadas en punta y pies lanudos.

Como ya es habitual, el merino encarga a los PJ que se ocupen de investigar el asunto. Les permite equiparse en su armería con lanzas y armaduras de cuero, y guiados por Isaias se ponen en marcha hacia el vado que descubrieron hace un par de semanas.  A ellos se unen dos nuevos fichajes, un albañil itinerante llamado Aitor y un trovador vagabundo.Tras cruzar el vado, buscan rastros de la criatura ("Mediano", le llama Ruy) y la encuentran junto a un acantilado que se alza sobre el rió.

Gracias a sus habilidades de Montaraz, Ruy reconstruye la escena. Tres individuos persiguieron al mediano hasta aquí, y antes que caer en sus manos, esté prefirió arrojarse al rió. El rastro de los perseguidores indica claramente que son tres morros verdes. Siguen el rastro hasta sorprenderlos y atacarlos con saña. Aunque uno de ellos es especialmente grande y duro de pelar los aventureros lo despachan rápidamente. Entre las cenizas de su fogata descubren algo espantoso: los restos de una pierna humana (en realidad, mediana) devorada.

El implacable sabueso Isaias continua tras el rastro, en busca de la guarida de los diabólicos morros verdes. Sin embargo, son ellos los que los encuentran primero, y tratan de tenderles una emboscada. Por un momento los PJ lo pasan mal, los morros verdes les lanzan una andanada de flechas y cuando tratan de ocultarse tras los arboles una versión de cuatro varas de altura y piel amarillenta de estas mismas criaturas trata de arrearles con una cachiporra enorme. Y consigue acertarle a Jimena, fisurandole un par de costillas.

Pero pronto se vuelven las tornas. Una serie de rayos de tormenta enviados desde las manos de Ruy abaten a varios morros verdes, y sotre todo, achicharran de pies a cabeza al enorme ogro de la cachiporra. Los demás aventureros despachan a los restantes enemigos, sin darles oportunidad de escapar.

Siguiendo el rastro de el numeroso grupo, los castellanos encuentran la guarida de estas criaturas, una gruta en la ladera de una colina boscosa. Allí descubren enjaulados a una veintena de medianos, hombres mujeres y niños. Una de ellos, una mujer de mediada edad esta en otra jaula, atada y amordazada.

Cuando la liberan, descubren que tambien es una adepta del Arte y que conoce un hechizo que le permite hablar y entender cualquier lengua, se presenta como Dara Montespino, matriarca de su aldea. Hace un par de semanas una fuerte tormenta callo sobre ellos y cuando termino, descubrieron que se hallaban en un lugar distinto al que ocupaba su aldea antes de la tormenta. Pronto se dieron cuento de que no estaban ni siquiera en su mundo, Lorendil. Una noche, unas criaturas crueles y brutales cayeron sobre ellos y los trajeron hasta este lugar, y empezaron a devorarlos uno a uno.

Mientras unos hablan con Dara, otros se dedican a registrar el lugar. Jimena encuentra una magnifica daga, de hoja curva y azulada. La empuñadura es de marfil primorosamente trabajado con motivos de plantas y flores, con rubíes engastados.

Ruy encuentra algo aún mas valioso, nada menos que siete libros de diversas materias, seis de factura similar al que ya encontraron: paginas de vitela, encuadernado y miniaturas que recuerdan al estilo de Santo Domingo de Silos... Pero el septimo es diferente, en realidad no es ni un libro propiamente dicho, es un volumen pequeño, lleno de anotaciones en.. ¡¡román paladino!!. Parece ser el diario de un monje, la primera fecha es 14 de octubre de 1087, aunque faltan paginas. Los primeros parrafos que lee Ruy hablan del encuentro entre la comunidad monacal y unos seres llamados elfos.

Pero no hay tiempo que perder, los PJ abandonan el lugar rápidamente, no sea que los muertos tengan amigos. Dudan que hacer con los prisioneros, pero Dara, que tiene el don de la palabra y un gran carisma innato, les convence de que la lleven frente al Merino, que ella le convencerá de que acoja a su gente.

Y así lo hace, para sorpresa de los PJ, la pequeña dama consigue persuadir al Merino Garcia de que acoja a su gente en su comunidad. ¿Sera una buena o mala idea?.