Dejamos a los Matatrolls valorando que debían hacer con sus prisioneros: Irminric el Berserk y Rowenna, la hija de Hengist (y esposa del alto rey Vortigern). Parece mentira pero no haya pasado ni una hora desde que salieron a todo correr de su morada y fueron emboscados. La ciudad esta en pleno caos, por doquier se están encendiendo fuegos y antorchas, los guardias armados se están apostando, y personajes de la mas alta alcurnia están siendo despertados y preguntan que esta pasando.
Se trata de un momento critico, y hay que actuar con rapidez para explotar la situacion. ¿Matar a Rowenna?, demasiado peligroso, y aunque sin duda extraerían una satisfacción momentánea haciéndolo, a la larga solo traería problemas. ¿Mostrarla ante todos?. Eso les enfrentaría con Vortigern que tendría que negarlo todos y acusarlos de secuestro y cosas peores.
Finalmente deciden enviar un mensaje al Alto Rey para que se reúna con Vortigern en la casa de Jorun. El Alto rey acude con dos guardaespaldas de aspecto terrible. Y con una calma sorprendente en seguida toma el control de la situación: Jorun le devolverá a su mujer, que inmediatamente partirá a un remoto poblado de Siluria , propiedad de Vortigern, a curarse de una indisposición. Todos los detestables hechos de esta noche son culpa de Irminric, un incontrolado que actuó por iniciativa propia. Mañana, cuando Hengist llegue a Aelia Castra al frente de su comitiva, Vortigern lo recibirá con la Reina Jorun a su diestra.
Jorun, conteniendo su alegría a duras penas, accede al trato, y Vortigern deja la habitación mientras uno de sus guardaespaldas cubre la cabeza de Rowena con un saco y la carga como si fuera un saco de nabos (N.A: las patatas aún no se habían traído de América). Cuando lo hacen, Rowenn, la guardaespaldas de Jorun., cae desfallecida por las graves heridas sufridas y Thorlot la curandera empieza a curarla de inmediato.
Esa noche, Jorun sueña otra vez con la Dama Pelirroja. En el sueño, la dama esta terminando de bordar con hilo de plata una hermosa capa de color azul. Al terminarla, se la muestra y le dice que mañana debe ponérsela, montar sobre su yegua blanca, y hacerse acompañar por los dos lobos. Jorun despierta, y ve como la luz del alba arranca destellos plateados de la gran capa azul que han colocado sobre una silla, y que no estaba allí cuando se acostó.
Así engalanada Jorun recorre gran parte de la ciudad hasta llegar a la puerta norte, donde espera junto a Vortigern la llegada de Hengist. Cuando el rey de Kent llega, Vortigern no pierde un instante en presentarle a Jorun como reina. Hengist no consigue ocultar su furia, y la descarga en un revés a su hijo Octa cuando este hace un comentario irreverente. Entre sus hombres reina cierta confusión, ¿Quien es esta reina Jorun, que aparece ante ellos montada en el Caballo Blanco, con los Dos Lobos a su lado?.
En los días siguientes, mientras los reyes restantes van llegando, Hengist decide utilizar a su hijo
Eossa para intentar tender puentes con su rival. Eossa es un joven de la misma edad de Jorun y estuvo a punto de ser proclamado rey en lugar de Horsa en la ultima thing. No hay, por otra parte, mala sangre entre ambos.
Eossa apela a la responsabilidad de Jorun. Es mala cosa que los sajones luchen entre ellos en esta nueva tierra. Si se debilitan, ¿Donde podrán marchar?. Ya ha oído las noticias del continente, Atila esta en marcha de nuevo, y esta vez seguramente tomara Roma, y despues, pedirá cuentas a los que le rechazaraon. ¿No es mejor que haya un mar entre él y nosotros?. Si Jorun se desposa con él, enviaran un claro mensaje de unidad y cerraran las heridas. ¿No es esto lo que Freija desearía, que haya paz, que el amor triunfe sobre el odio?.
Pero Jorun, no piensa dejar de defender los derechos de Horsa, y demandar que Hengist pague por sus crímenes. ¿Como puede Eossa permanecer junto a su padre, un hombre de apetitos insaciables y capaz de cualquier crimen?, Si lo abandonara y se uniera a su tío Horsa, no solo se unirían los sajones, sino que también podría hacerse justicia con Hengist.
Al ver que las negociaciones directas no avanzan, Eossa intenta otra cosa, y aprovecha uno de los festejos organizados por Vortigern para entrabar conversación con Wulfric Finnson y presentarle a su hermana Eadgifu, una encantadora doncella de catorce veranos y cabello dorado. Pero Wulfric no se deja convencer, dice a Eossa que solo hará las paces con el asesino de su padre si Jorun se lo pide.
Mientras todo esto tiene lugar, Vortigern juega a ser una especie de dignatario romano, y agasaja a sus invitados con espectáculos dignos de un emperador (o eso piensa el). El pequeño teatro se reabre, cubriendo con adornos florales y telas los desperfectos y ante la audiencia de reyes y jefes tribales se hace una representación de Edipo Rey, se celebra una carrera de caballos, y sobre todo, combate de gladiadores.
Aquí llega la sorpresa, el combate de gladiadores es el método que Vortigern ha escogido para ejecutar a Irminric. El gigante rubio, con la cabeza depilada, en taparrabos y con su enorme hacha, sale al recinto improvisado en medio del foro y empieza a enfrentarse con sus enemigos. El primer día debe enfrentarse con otros hombres, primero con seis esclavos fugados, que le dan mas guerra de lo esperado pero acaban despedazados en la arena. Después acaba con una banda de feroces pictos y como ultimo numero del programa se enfrenta con tres terribles piratas irlandeses armados con lanzas de punta de sierra, los cuales, tristemente, no volverán a ver la Isla Esmeralda.
El ultimo combate de Irminric |
Al día siguiente, se anuncia un Bestiarii, en el que Irminric, despues de su exhibición del día de ayer deberá enfrentarse con bestias feroces. Primero le arrojan una manada de lobos rabiosos, a los que despacha como si fueran simples chuchos callejeros. Después ha de enfrentarse a un enorme oso caledonio, que le pone las cosas algo mas difíciles y le deja de recuerdo un garrazo que le marca el pecho con surcos paralelos y lo debilita, ¿sera suficiente para que el siguiente contrincante acabe con el?.
La multitud vibra y grita el nombre de Irminric a pleno pulmón. El reo de muerte, renacido como gladiador saluda a sus admiradores, mientras ruge Woden y Walhöll a pleno pulmón. Vortigern extiende sus manos y anuncia que si Irminric es capaz de superar el ultimo desafió, sera libre. Hastas alturas, los Matatrolls ya se han devorado las uñas hasta los nudillos. Se hace el silencio, mientras en el corredor que conduce a la improvisada arena se escuchan golpes sordos que hacen crujir la madera como si estuviera a punto de partirse, tal es el tamaño de la Bestia:
Del corral emerge un enorme Uro, un toro salvaje como no se ha visto en Britania desde los tiempos de Cesar, que carga contra Irminric con furia homicida. El guerrero sajón, invoca la furia divina y entra en el estado de Berserk. Hombre y bestia se acometen con ira primordial y salvaje,el bárbaro con su enorme hacha, y el bóvido con sus dos cuernos, largos y afilados como espadas. El combate se mantiene indeciso un tiempo, el Uro empitona a Irminric con una herida casi letal, pero la furia mística que le corre por las venas le mantiene en pie. Gira su enorme arma sobre su cabeza, esquiva la embestida y hiere al Uro en una pata trasera, ágil como un gato, se gira y lanza un golpe devastador contra la cruz de la bestia, partiendola en dos.
Cuando el victorioso campeón ruge su triunfo hacia el cielo, Marek ya no lo soporta más, arroja su escudo , se arranca la armadura y salta a la arena tan solo con su lanza, retando a Irminric a un combate singular. Irminric, cegado por la niebla roja, responde a su reto y la embrutecida multitud contempla expectante este inesperado giro de los acontecimientos. Victoria parece estar del lado de Irminric, y el es el primero en derramar sangre, aunque pronto es respondido por Marek. Otra vez su hacha muerde la carne del beornlinga, mas este, aunque el agua de la batalla se derrama por su cuerpo como un rió, le consigue dar el golpe de gracia, atravesando dientes. paladar y cuello con un golpe terrible y letal con el rayo de fresno que manda al hijo de Offa al suelo y a Valhalla.
Marek ha pagado un alto precio por matar al campeón de Hengist. Al haber actuado por la ira, el orgullo y el odio, su dios del madero no ha respondido a su llamada, dejandole de nuevo su alma en un mar de dudas. A duras penas y apelando a todas sus fuerzas, Thorlot consigue traerlo de vuelto de la Otra Orilla, y devolverle a la vida.
No obstante, la vida sigue. Importantes asuntos deben tratarse en la asamblea de reyes. Se reconoce la realeza de Jorun, se firma un tratado con varios reyes irlandeses representados por el obispo Patricio para poner fin a las incursiones y se trata de dirimir diversas disputas entre los reyes.
En medio de tanto ir y venir, pactar y acordar, Hengist se marcha, aunque sus hijos Octa y Eossa siguen en la ciudad. Escamada por la marcha del rey de Kent, Jorun habla con Eossa, pero lo único que le saca es una nueva propuesta de matrimonio, que Eossa le recomienda aceptar, ya que así podrá garantizar su seguridad. Jorun le rechaza una vez más.
Unos días despues, Octa y Eossa también se han marchado, pero la mayoría de los hombres de Hengist siguen en la ciudad. Entonces, un día, al mediodia y sin previo aviso, la guardia de Vortigern irrumpe en el foro y empieza a matar a todo sajón con el que se encuentra, sin reparar en si son hombres, mujeres o niños. La joven Eadgifu, huye a ponerse a salvo junto a Wulfric. Ironía, se dice que los dioses la adoran.
En su celo los hombres de Vortigern matan incluso a alguno de los ceorls de Jorun, aunque enseguida Conan, el jefe de la guardia, los llama al orden, no hay que dañar a la gente de la reina. La matanza prosigue y pronto todos los sajones de Aelia Castra que no hayan corrido a refugiarse junto a los beornlingas han sido asesinados.
Vortigern justifica sus acciones. Hengist le ha traicionado. Ha llamado del continente a otro rey sajón, Cymen de nombre, y ha atacado el territorio de los beorlingas y los belgae. Se dice que Hlothere el padre de Jorun ha muerto y que las tierras de los beornlingas han sido devastadas.
Ahora Jorun es una reina sin reino... De momento.
Nota del Autor: Como veréis en esta ultima sesión del arco de Aelia Castra, el leit motiv, subtexto o como deseéis llamarle de la Caída de Roma alcanza todo su desarrollo. El tema del teatro es especialmente significativo. ¿Cuando se represento la ultima obra de teatro en la Britania Romana? ¿Antes o despues del año 410?, ¿Fue en un teatro de piedra, de madera, en un carromato en un campo?. El teatro es despues de todo uno de los antepasados del rol, y también una una forma de cultura que en principio requeriría poca infraestructura para su desarrollo, aunque fuese de una forma rudimentaria y poco elaborada. La gente podía seguir representando a Plauto o a Aristofanes aunque los acueductos se vinieran abajo y las legiones se hubieran marchado, sin embargo, el teatro desapareció o se volvió extremadamente raro durante siglos en Europa Occidental, el teatro clásico no volvió a Occidente hasta el Renacimiento. Todo un símbolo de una época que moría.
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